¡Viva Luperón!

¡Viva Luperón!

¡Viva Luperón!

José Báez Guerrero

Nuestra historia está llena de personajes incomprendidos, sobrevalorados o ninguneados. Si hasta al padre de la patria, Duarte, lo demeritan, ¿qué no será de todos los demás de menor jerarquía que la suya? A algunos personajes con rasgos o momentos heroicos sus apologistas pretenden borrarle sus notorios lisios.

Uno de esos es Gregorio Luperón, tenido por principal entre los restauradores aunque no lo fue. Es claro que sus méritos no deben regatearse.

Pero cada vez que se mencione a Duperron, debemos recordar y honrar a José Contreras, primer alzado contra la anexión; Santiago Rodríguez, auténtico prócer restaurador en cuya finca trabajó Goyito; el inmenso Sánchez, mártir de El Cercado; Pepillo Salcedo, primer presidente del país en armas contra la anexión, fusilado por los comerciantes de Santiago que endiosaron a Luperón; Bonó, que tras el fusilamiento de Pepillo se retiró de Santiago asqueado; y sobre todo Duarte, a quien los comerciantes de Santiago, celosos por su proceridad, devolvieron a Caracas sin aprovecharlo para liderar la guerra.

Mella, postrado en lecho de muerte, murió apenado por tantos desmanes de los malos restauradores. Y comoquiera, vencidos los españoles, a quien el pueblo aclamó para presidente fue a Báez, cuyo lento e impopular derrocamiento de 1857 a 1858 requirió traer a Santana del exilio, provocó su traición a los golpistas santiagueros, y -para preservar el poder, pues ya no había amenaza haitiana- la anexión perpetrada inconsultamente. Recordado todo eso, entonces si quedan ganas, digamos ¡Viva Luperón!



José Báez Guerrero

Abogado, periodista y escritor dominicano.

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