Kenia del Orbe
Indiscutiblemente la visita a Cuba del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, pasará a la historia por ser el primer presidente estadounidense en pisar la isla en 88 años, y el segundo en la historia. Pues antes en 1928 lo hizo John Calvin Coolidge, pero con un barco de guerra, con el motivo de asistir a la “Sexta Conferencia Anual Internacional de Estados Americanos”.
La llegada de Obama a la isla más grande de las Antillas Mayores, estuvo marcada por la lluvia y el pobre protocolo de recibimiento, pues el presidente cubano, Raúl Castro, no estuvo presente para rendir los honores que se acostumbran en los eventos de esa magnitud. Aunque sí se hizo en el segundo día. Hemos vistos que los diferentes medios de comunicación también han catalogado la visita como histórica, y el propio protagonista está tan conscientede ello que no deja de alardear.
Ya que entre las primeras palabras de Obama luego de aterrizar en territorio cubano podemos citar las siguientes: “Esta es una visita histórica y una oportunidad histórica”, frase que volvió a repetir en el encuentro con la prensa. Otra muy popular en las redes sociales fue: “¿Que bolá Cuba?”, esta última publicada en su cuenta de Twitter, la cual hasta el momento en que escribíamos el artículo había sido retwiteada 31,3K y 52,3K me gusta.
A pesar de los grandes pasos de avances que ha dado el actual presidente de los Estados Unidos por reestablecer los lazos diplomáticos y comerciales con Cuba, no podemos ponernos una venda en los ojos y dejarnos llevar por la mediatización del tema, con la que nos han querido vender que el bloqueo económico y financiero ha terminado. Pues en la práctica las grandes medidas impositivas que han afectado a la isla por más de 50 años aún permanecen. Y qué bueno que el mismo Obama lo dejó claro durante la conferencia de prensa que se ofreció luego de reunirse con Raúl Castro.
Es cierto que Obama solo no puede eliminar el bloqueo, es un proceso en el que muchos sectores de la sociedad estadounidense se oponen abiertamente.
Sin embargo, a pesar del poco tiempo que le queda al mandatario de EE.UU. en el Gobierno, tenemos la expectativa de que se puedan seguir mejorando las relaciones a nivel económico, social y cultural, y para muestra la visita.
Un ejemplo de ese gran paso que en estos momentos demanda la sociedad cubana y la comunidad internacional, ha sido ver la participación en el viaje de la delegación de miembros del Congreso de los Estados Unidos, tanto del Partido Demócrata como del Partido Republicano.
Finalmente, ahora nos queda esperar que en un tiempo no muy lejano el bloque que tanto daño ha causado al desarrollo de Cuba finalice tanto en la teoría como en la práctica.
