Tema controversial y manejado mucho en estos días sin darle la importancia que tiene, minimizando sus efectos y justificándola de manera trivial.
Una de sus definiciones es que la violencia es el uso de la fuerza física o amenazas contra uno mismo o contra otra persona, grupo o comunidad, que puede provocar daños físicos, psicológicos, sociales y hasta la muerte.
Puede provocar enfermedades físicas a corto y largo plazo, además de trastornos de Salud mental como la ansiedad, depresión y otros.
Existen muchos tipos de violencia consideradas según el agresor, el tipo de agresión, el ámbito donde se aplique, que no vamos a detallar esta vez.
Sólo acotar que en ocasiones es tan sutil que las personas ni siquiera notan que están siendo violentados en algún aspecto.
Cuándo utilizamos la fuerza, sin importar que sea física o psicológica, para conseguir un fin, para imponer algo o para dominar a alguien, estamos ejerciendo violencia manifiesta, activa y objetiva.
También cuando descuidamos a alguien indefenso como un niño, adulto mayor o con capacidades especiales.
Existe una teoría de la violencia, la teoría del aprendizaje social. Plantea que la violencia se aprende, sin ser necesario que la persona participe en actos de violencia, sólo basta con que contemple ese espectáculo de violencia.
De ahí qué, el ambiente intrafamiliar, escolar y social en el que se desenvuelve un niño, sumándole los medios electrónicos (televisión, tabletas, celulares), repercute significativamente en la futura actuación violenta o no de esta persona.
Entiendo que podemos prevenir la violencia con conocimiento y conciencia.