GINEBRA, Suiza.-Los combates y la violencia interreligiosa en la República Centroafricana causaron «más de 600 muertos» y 159.000 desplazados desde la semana pasada, según un nuevo balance publicado el viernes en Ginebra por el Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU.
Según un portavoz de la ONU, «los combates y la violencia interconfesional de la semana pasada provocaron la muerte de 450 personas» en Bangui y de 160 «en otras regiones del país», afirmó una portavoz de ACNUR citando los balances de la Cruz Roja centroafricana y del Consejo danés para los refugiados. También provocaron 159.000 desplazados en la capital.
En provincias, unas milicias de autodefensa cristianas mataron a 27 musulmanes el jueves en un pueblo en el oeste del país, informó en Ginebra una portavoz de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
«Según la información que hemos recibido, milicias de autodefensa, conocidas como anti-Balaka, mataron a 27 musulmanes en el pueblo de Bohong (…) el jueves» a 75 km de Bouar, indicó Ravina Shamdasani, que denuncia un «círculo vicioso de ataques y represalias» en el país.
Respecto a los desplazados, 38.000 personas viven en el aeropuerto de Bangui en condiciones precarias, sin cuartos de aseo, afirmó el portavoz de ACNUR Adrian Edwards. Y hay 12.000 personas refugiadas alrededor de la iglesia Saint Joseph Mukasa.
Ya hubo tres nacimientos y unas 460 personas necesitan atención médica en este lugar improvisado, precisó Edwards. El Alto Comisionado afirma que «la situación ha mejorado en Bangui en los últimos días» pero dijo estar «alarmado por la tensión creciente entre comunidades religiosas en la República Centroafricana».
La portavoz condenó la violencia y pidió a los líderes de comunidades religiosas que «redoblen los esfuerzos para contener la intolerancia y la violencia interreligiosa».
La «espiral del enfrentamiento» entre cristianos y musulmanes se ha agravado en los últimos días en la República Centroafricana, informó el ministro de Defensa francés, Jean-Yves Le Drian, quien llegó el viernes al país para apoyar a los 1.600 militares franceses que intentan garantizar la seguridad en un país sumido en el caos.