La violación a los derechos de las personas en las principales calles y avenidas de la República Dominicana, aparentemente pasa desapercibida por las autoridades, tal parece que los ciudadanos y ciudadanas están acostumbrados ó simplemente los responsables se hacen de la vista gorda.
Lo cierto es que inmutados o no, esta acción constituye la violación al art. 38, de nuestra constitución cuando se refiere a la dignidad humana y dice «El Estado se fundamenta en el respeto a la dignidad de la persona y se organiza para la protección real y efectiva de los derechos fundamentales que le son inherentes. Además, reza que la dignidad del ser humano es sagrada, innata e inviolable; su respeto y protección constituyen esencial de los poderes públicos». Cuando el tema es la libertad de tránsito, el caso se torna extremadamente grave.
Además de la práctica negativa que vamos enseñando a nuestros hijos/as, la mala conducta de unos pocos, se puede convertir en el accionar diario de la mayoría. Luego de analizar el panorama, no es necesario explicar con muchos detalles, para que las personas puedan reconocer las veces que son violentados en sus derechos, aunque lo hayan dejado pasar por miedo a discutir o perder el tiempo, con lo que aparentemente esta sin solución visible.
Lo expuesto motivó la idea de entrevistar a 10 personas para solicitarle su opinión acerca de la siguiente pregunta, ¿Cómo se manifiesta la violación a los derechos de los ciudadanos y ciudadanas en las principales avenidas de la República Dominicana? El objetivo central de esta pregunta fue para conocer si los ciudadanos y ciudadanas reconocen cuando se violan sus derechos.
De las 10 personas entrevistadas 7 tienen vehículo propio y 3 utilizan el transporte público. De siete (7) personas que toman su vehículo para salir a trabajar diariamente 4 respondieron que la violencia en el tránsito la ejercen en su mayoría los choferes de vehículo de transporte públicos y tres atinó a decir que la mayoría de los choferes que transitan las principales vías no tienen educación.
El resultado nos dice que es necesario empezar en serio el plan de educación vial desde las escuelas. La educación es fundamental para avanzar en este tema.
Las tres (3) que diariamente toman el trasporte público coincidieron en afirmar que » los choferes de por si tienen una práctica violenta, y que el pasajero tiene que sufrir cada vez que ellos se disputan por llegar primero», alguien dijo; » me siento humillada e impotente, pues los que están para ordenar el tránsito no toman medidas para corregir nada».
Sin abundar mucho, esto nos dice que estamos acostumbrados a ver lo que pasa, como cosa natural y no nos estamos dando cuenta del daño que nos infringimos como sociedad. Venderse como país turístico y fomentar una cultura de violencia es difícil.
En reflexión me puse a enumerar lo que puede considerarse violación a los derechos de un ciudadano/a.
1. Cuando los conductores pisan las líneas reservadas para peatones.
2. Cuando los choferes arrebatan el turno que te corresponde para cruzar o al doblar te obligan a frenar tu vehículo para evitar un choque.
3. La prisa de los choferes públicos y privados por adelantarse sin importar las consecuencias.
4. Los motoristas que no respetan las luces y mientras tú esperas a que cambie el semáforo, buscan la forma de salir adelante y te chocan los retrovisores.
5. Los personajes llamados limpia cristales, cuando el conductor se detiene le golpean tirando una esponja en el cristal de forma inesperada y molestosa a veces agreden y golpean el carro si la persona no le permite hacer su supuesto trabajo.
6. Cuando los choferes de trasporte público se detienen a montar o bajar pasajeros en el carril del medio obstruyen el tránsito y ponen en peligro la vida de las personas.
7. Cuando te asustas porque el conductor detrás de ti pegó su carro al tuyo.
8. Cuando das paso y te dicen malas palabras/violencia (tenía que ser una mujer)
9. Cuando te detienen supuestos policías en lugares oscuros, con la intención de quitarte dinero.
10. Cuando te embarga la indignación al ver que las personas que están para poner las reglas, son las primeras que la violan.
Y como si todo esto fuera poco, además nos gastamos los delincuentes de los sindicatos de choferes que tienen licencia de las autoridades para quemar vehículos, asesinar y ultrajar personas, con suficiente patente para bajar y someter a niños/as y profesores a la violencia psicológica bajo amenazas en plena avenida de esta capital Primada de América en frente de la vista gorda de toda una sociedad que al parecer ninguna situación le inmuta.
Luego de este análisis queda preguntar ¿Cuántas veces sus derechos son violados en las calles todos los días? Lo peor es que callemos y no sea percibida como tal, el silencio indica de forma sutil lo estamos aceptando.
A defender nuestros derechos!