Santo Domingo.-Con la construcción de la primera línea del Metro de Santo Domingo muchos residentes de Santo Domingo Norte llegaron a creer que esto sería el inicio de un cambio en ese municipio.
A más de seis años de la puesta en funcionamiento del moderno sistema, este ha sido una solución de transporte para miles de usuarios, pero no para el entorno de esos mismos pasajeros.
Villa Mella, conocida mundialmente por el “chicharrón” y los “Congos”, declarados como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, no ha sido un atractivo a desarrollar para los diferentes gobiernos, los cuales han volteado la mirada para no ver de frente las necesidades de esa demarcación.
Eso se refleja en la condición de abandono de sus barrios, en la falta de fuentes de trabajo y en las pocas vías de acceso en todo el municipio.
Para el censo de 2010 la población del municipio era de 529,390 munícipes, en unos 276 barrios y 40 urbanizaciones, distribuidos en Guaricano, Sabana Perdida y Villa Mella. Este municipio ha experimentado un crecimiento desorganizado, ya que existe una gran cantidad de comunidades asentadas en terrenos invadidos que han sido levantadas sin ningún tipo de planificación urbana.
El moderno Metro no ha contribuido a que los deprimidos sectores de esa demarcación hayan mejorado sus necesidades básicas, como son arreglo de calles, electrificación y agua potable, que han sido las principales demandas de los munícipes durante muchos años.
Para el representante comunitario Gabriel de la Cruz, en el municipio ha faltado voluntad política para resolver sus principales problemas.
“Desde los gobiernos de Leonel Fernández, en casi todos los municipios del país se ha llevado a cabo un plan de asfaltado que ha puesto fin a una de las mayores exigencias de los munícipes, ver sus calles arregladas.
A Villa Mella solo ha llegado el anuncio, lo que se puede comprobar en las calles de la mayoría de sus barrios”, manifestó.
De la Cruz expresó que además de solucionar el problema de arreglo de calles en ese municipio, es necesario la implementación de un plan de reconstrucción de viviendas, lo que considera ayudaría a mejorar la imagen que muestra la demarcación.
San Felipe
Sectores como San Felipe, donde existen cerca de 70 barrios, y el distrito municipal de La Victoria permanecen con el mismo nivel de pobreza y abandono de décadas pasadas.
San Felipe apenas cuenta con una carretera, que es la que comunica al municipio con la provincia Monte Plata, vía que por su estrechez y la gran cantidad de vehículos que la utiliza se mantiene entaponada, lo que genera un caos para los transeúntes.
A eso se suma que sus barrios no cuentan con calles en buenas condiciones.
Hace dos años el ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, y al alcalde Francisco Fernández dieron el primer picazo que suspuestamente dejaría iniciados los trabajos de asfaltado y la construcción de aceras y contenes en las empobrecidas comunidades de San Felipe, pero a la fecha sus moradores siguen a la espera de que esto sea una realidad.
Barrios como La 28, Los Arqueanos, La 29, Pumac, Jerusalén, Barrio Lindo, Don Felipe, Diego I, María Auxiliadora, urbanización El Remanso y Licey tienen calles que en tiempo de sequía el polvo es insoportable y cuando llueve los charcos y el lodo complican transitarlas por su mal estado.
Los tapones siguen causando estrés y dolor de cabeza
Los largos entaponamientos de la avenida Hermanas Mirabal tampoco han tenido solución, a pesar de que el Gobierno había prometido sacar de circulación algunas rutas de autobuses y de carros con la implementación de las rutas alimentadoras.
Lo que sería un complemento del Metro también se ha quedado en promesas, aunque se llegaron a comprar los vehículos para esos fines, los cuales luego fueron asignados a la Oficina Metropolitana de Servicio de Autobuses (OMSA).
Las diferentes rutas de autobuses cubiertas por Fenatrano y Conatra que dan servicio desde Punta de Villa Mella, Sabana Perdida y Guaricano, hasta la Feria, han retomado su fortaleza, debido a que para muchos usuarios resulta muy costoso utilizar el Metro, ya que tienen que abordar otros transportes para llegar a una de la estaciones.
El sector transporte se vio afectado en los primeros años del Metro, pero ya ha vuelto a retomar preferencia entre pasajeros.