Santo Domingo.- «Su gloria llena el universo y su mirada es como estruendo que hace temblar, su voz es como dulce viento por su palabra todo acaba y vuelve a empezar», es el coro de una canción cristiana que cantaba y danzaba la niña Ángela Encarnación, una de los tres niños que fueron brutalmente asesinados por su padrastro Víctor Alexander Portorreal.
En un video que circula en las redes sociales se puede apreciar a la pequeña que, con solo seis años de edad, danza con gracia y elegancia mientras canta junto a un joven que toca el piano.
Con cada paso de esta niña se mueve su larga cabellera recogida en una cola y al cantar en su rostro se puede percibir radiante y alegre como el de cualquier infante que tiene todo en la vida para ser feliz.
Sin embargo, ahora Ángela brillará desde el firmamento pues su padrastro, quien debía ser un segundo padre, protector y ejemplo para ella apagó su luz aquí en la tierra el domingo 04 de febrero cuando fue ahorcada y violada momentos después que su madre Reyna Isabel González.
Su verdugo conocido como «El Metálico», confesó que tras matar de varias estocadas a su madre aprovechó la salida de su hermana Daniela, de 10 años, al colmado para matarla y posteriormente sin remordimiento abusar sexualmente de ella aún sin vida.
Pero Portorreal no solo mató y violó también a su hermana mayor sino que una vez había cometido el crimen buscó a su hermano Rahamín, de nueve años, quien estaba jugando y se fue con él a pasear todo el día.
Al anochecer regresó con él a la casa, durmió junto con los cadáveres, y al día siguiente también lo asesinó y hulló.
Este crimen ha consternado la sociedad, pues todavía no se puede entender cómo y por qué razones este hombre de 30 años acabó con la vida, sueños e ilusiones no solo de esta mujer sino también de tres niños que apenas empezaban a vivir.