El amor, la sexualidad y las relaciones sexuales en una pareja son tan importantes como la convivencia y cotidianidad.
En la composición de una pareja tenemos a dos personas que piensan, sienten, actúan y aman de manera diferente.
Por tanto, en la organización de una pareja, encontramos múltiples factores múltiples que inciden en su dinámica. Factores sexuales, socioculturales, morales, espirituales, religiosos, geográficos, económicos, entre otros, que determinan su accionar como pareja.
Individualmente, es importante el estado emocional, físico, mental de ambos aunado a los propósitos de cada uno.
No todas las parejas se establecen de la misma manera, lo que también es un pilar para su desarrollo y crecimiento como pareja y como familia.
Unas se casan a través de la religión que profesan, otras por lo civil, otras deciden convivir en unión libre. Algunos que ya tienen familia por separado deciden quedarse en sus respectivos hogares.
Vida en pareja significa que dos personas están vinculadas desde el amor, responsabilidad, comprensión, tolerancia y respeto.
Por lo que le la soberbia, agresividad, posesión, violencia, descalificación, sumisión, minimización y superioridad, no deben existir en la relación.
Sabemos que existen diferencias básicas que pueden provocar reacciones y posturas. Aprender a lidiar con ellas es vital para el mantenimiento de la pareja. Mantener su unión sana, tiene que ser prioridad para ambos.
Mantener una actividad sexual satisfactoria para ambos, al igual que la vida marital. Descuidar cualquier aspecto afecta la vida individual y de pareja.
Tener en cuenta que cada pareja es un mundo, cada persona también.