Victoria de Trump pone en riesgo los beneficios migratorios de los cubanos

Victoria de Trump pone en riesgo los beneficios migratorios de los cubanos

Victoria de Trump pone en riesgo los beneficios migratorios de los cubanos

Donald Trump

MIAMI.- Después de haber votado masivamente por Donald Trump en Florida, a los cubanos les puede salir el tiro por la culata. Según expertos, ahora arriesgan perder sus beneficios migratorios si el presidente electo cumple sus promesas.

También el deshielo entre Washington y La Habana podría retroceder, pues Trump prometió revisar esa política de acercamiento, metiéndose así en el bolsillo a los cubanos más conservadores.

Según Latino Decisions, 52% de los cubanoamericanos en Florida votaron por Trump, un apoyo que fue decisivo en la victoria del candidato republicano en este estado clave del sureste de Estados Unidos.

Pero aunque la apertura entre ambas naciones difícilmente pueda ser revertida, los beneficios migratorios que han disfrutado los cubanos desde hace décadas sí podrían desaparecer.

Y eso significa que, más allá de que esta reforma migratoria en efecto se materialice o no, «definitivamente» habrá que esperar una nueva oleada de inmigrantes cubanos.

«Se van a lanzar al mar para tratar de llegar aquí lo más pronto posible, antes de que quiten la Ley de Ajuste Cubano y la de ‘pies secos/pies mojados'», dijo a la AFP Luis Felipe Rojas, vocero del Movimiento Democracia en Miami.

La Ley de Ajuste Cubano de 1966 permite a los isleños permanecer en Estados Unidos con numerosos beneficios.

Desde los años ’90, las autoridades aplican además la política de «pies secos/pies mojados», que permite quedarse a los cubanos que tocan tierra firme, pero repatría a los que son capturados en el mar.

El miedo a perder estos privilegios no es infundado. «Esta medida es parte del título 8 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad de Estados Unidos.

Puede ser enmendada con aprobación del Congreso y si se aprueba una reforma migratoria», dijo a la AFP Lorenzo Palomares, abogado y vocero de la campaña de Trump en el sur de Florida.

Palomares añadió que la política de «pies secos/pies mojados» es una interpretación de la ley y que el presidente electo buscará eliminarla.

El domingo, Trump aseguró que expulsará del país o encarcelará a tres millones de inmigrantes que tienen antecedentes criminales.

Esto incluye más de 35.000 cubanos en el sur de Florida, aunque como no existe aún un convenio de deportación entre Cuba y Estados Unidos, no está claro cómo se implementarán las órdenes de expulsión, dijo el abogado Wilfredo Allen al diario local El Nuevo Herald.

En el último año fiscal (que terminó el 30 de septiembre), más de 50.000 cubanos entraron a Estados Unidos. De acuerdo con la Guardia Costera, la cantidad de cubanos que intentaron llegar por mar aumentó 65% en ese período.

La apertura, en la mira 
La victoria de la estrella de «reality show» también tendrá un impacto en el reinicio de las relaciones diplomáticas con La Habana, restablecidas en julio de 2015 tras un congelamiento de más de medio siglo.

Al comienzo de su campaña, Trump había apoyado el acercamiento promovido por el presidente Barack Obama.

Pero luego, en una promesa electoral de último minuto, cambió de idea y dijo que cancelará este «acuerdo unilateral» si el gobierno de Cuba no garantiza libertad religiosa y política.

Para muchos, esta promesa de incrementar la presión sobre La Habana terminó de darle el voto cubano en Florida. La isla ha implementado algunos cambios en lo económico, pero están lejos de ser suficientes, según Frank Calzón, director del Centro para una Cuba Libre, una organización con sede en Washington que se opone a la normalización de las relaciones con La Habana.

«Uno se puede reír de las llamadas reformas», comentó a la AFP. «Para los empresarios que quieren hacer negocios en Cuba, el obstáculo no es el embargo ni el futuro presidente Trump, sino el general Raúl Castro que no levanta el embargo del gobierno de Cuba a los propios cubanos para que puedan cultivar y comerciar libremente», dijo.

Una de las señales de apertura que tuvo más visibilidad fue el reinicio de los vuelos comerciales entre Estados Unidos y Cuba a fines de agosto.

Pero esto difícilmente estará en riesgo, estimó Frank González, dueño de la agencia de viajes Mambí Tours que lleva viajeros estadounidenses a la isla bajo paquetes de «intercambio cultural», dado que el turismo aún no se permite.

«Trump es un hombre práctico y de negocios, y a las líneas aéreas americanas no les gustará que ahora les quiten las rutas nuevas a Cuba, ni a los ciudadanos americanos que les nieguen de nuevo su derecho de viajar a la isla», dijo González.

«Trump hablará son el gobierno cubano, se dará cuenta de que ellos ponen muchos obstáculos para cualquier negocio, y los terminará dejando solos», vaticinó.