Reclinado en un sillón en la sala de su casa de Bella Vista, Víctor Méndez Capellán habla con los periodistas sobre sus vivencias como empresario. Elieser Tapia.
SANTO DOMINGO.–Víctor Méndez Capellán fue en su momento una versión adelantada del emprendedor moderno.
A sus pasos ya conocidos por el sector financiero, súmele incursiones en la construcción, el comercio, los viajes, alimentos, paquetería y otros servicios generales.
Casi todas sus iniciativas tenían como norte suplir necesidades que imperaban en la ciudadanía, un principio básico y ciertamente nada nuevo en los negocios, pero que Méndez Capellán asimiló al dedillo como norma de vida, evidenciando un interés genuino en la gente.
“La mayoría de los seres humanos en ese entonces no tenía dinero, pero tenía la necesidad de las cosas y entonces el que le ayudaba a resolver esos problemas le tocaba el corazón y desde que tenían oportunidad de ayudar (reciprocidad) lo hacía también”, expresa Méndez Capellán mientras conversaba reclinado en un confortable sillón en la sala de su casa.
Siempre tuvo varios negocios de manera simultánea. Por ejemplo, para 1974 habiéndose establecido como agente de viajes y vendedor de electrodomésticos, instauró Constructora de Viviendas Populares, orientada a la edificación de casas y escuelas con materiales económicos prefabricados.
Pese a su vocación por la diversificación, prefiere no tener socios. “Yo no tengo socios”, dice de manera enfática, pero no sin reconocer que parte de su éxito se ha debido a la cordialidad con la que se maneja.
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El espíritu de “cercanía” ha sido un pilar de este empresario. “Los seres humanos, pobres o ricos, responden al que lo ayuda. Así empecé con las remesas”, expresa.
Cuenta que Western Union la obtuvo por recomendación de la diáspora dominicana en Estados Unidos, con la cual tenía una estrecha relación porque muchos de ellos lograron viajar a este gran país gracias a las facilidades que le concedió su agencia de viajes, la primera en el país reconocida por IATA.
“Fuimos el primer agente de Western Union en la región de Latinoamérica y ya tenemos treinta años de relaciones con la marca”.
Este negocio le llegó poco después de tener una gran decepción cuando por carecer de una entidad financiera perdió la representación de la tarjeta de crédito American Express. Fue el primer producto de este tipo que llegó al país y vino a través de alguien que había hecho del crédito un nicho de negocios.
Las habilidades sociales de Méndez Capellán eran notables.
En una fiesta en Estados Unidos y mientras bailaba con la esposa del propietario de American Express, canalizó una entrevista que le permitió obtener la representación de la marca en el país siendo esta la primera tarjeta de crédito en República Dominicana.
El empresario cuenta ese momento con gran orgullo, especialmente porque el negocio se cerró en medio de un ambiente que tanto disfrutaba: el baile.
Explica que como familia se dedicaron a desarrollar la marca, pero que al no tener una estructura de banco, la misma fue cedida a una institución financiera del momento.
“Dios no se hizo esperar, porque entonces llegó Western Union” refirió.
Lo político
Capellán no llegó a realizar negocios con la familia Trujillo, pero confiesa que su trato siempre fue de respeto. A Balaguer lo asimiló como a un padre y fue amigo de Juan Bosch y José Francisco Peña Gómez.
Tuvo contactos con Francisco A. Caamaño. Dice nunca tuvo inconvenientes y/o roces de índole política.
Prefirió mantenerse en su rol de empresario y tener un trato afable con las figuras políticas.
Perfil
Esposa: Finetta Saba de Méndez
Prole:Tuvo tres hijos
Libro:”Si yo pude, tu también”, publicado en 2010.
Película:
En 2016 se produjo una película biográfica de su vida titulada “Girasol”.
Esta historia fue publicada el 26 de septiembres del 2022.
