Porque: “Si no quieres que se sepa,
no lo hagas, o no lo digas”
Mezquina cosa es la buena suerte.
Su falso parecido con el verdadero
mérito, engaña a los hombres.
Víctor Hugo.-
Como si estuviésemos en los tiempos medievales, muchos de los dinosaurios políticos, nacidos de una desgraciada asociación de indelicados, que se dedicó por décadas a repartirse todos los poderes del Estado –claro-, incluyendo las arcas del mismo y que por demás, dejaron la Institucionalidad hecha m…jas, no se desubicaron, y como la gran mayoría son muy leídos, se dieron cuenta de que la impunidad o blindaje no era para siempre, a menos que prepararán a sus sucesores. Por tales razones, tomaron todas las precauciones, para que aquellos allegados y principalmente sus proles, adquirieran los conocimientos necesarios para asegurar su tranquilidad y legado, mafioso y corrupto o no, pero, legado al fin.
Por eso, en estos tiempos, ya visualizamos, como esos engendros y no de ahora, han estado ocupando posiciones primigenias sin experiencia alguna, aunque sí con bastante preparación, gracias a los esfuerzos de sus progenitores, que no escatimaron esfuerzos para utilizar los medios del Estado de manera muy selectiva y descarada, para lograr esa preparación, es decir, que en cuanto a que son capaces, no existe duda alguna.
Pero, de lo que nadie habla, es de que los mismos, aun siendo adolescentes, ya conocían la manera de que le entrara dinero por cajas y cajones, utilizando las influencias políticas; lo que ha traído, que hoy, ya sean millonarios, aun y sea por medio a testaferros y compañías conocidos y (as) por muchos, las cuales se encuentran bajo un manto impenetrable de silencio, más o menos, blindados.
Pero hasta ahora, estos se muestran más sumisos, menos altaneros que sus padres dinosaurios de la política, los cuales ya han colocado a unos cuantos en los umbrales de las posiciones políticas cual si fuesen líderes en realidad, que se lo han ganado en base a liderazgos y no al abolengo de sus progenitores. En cuanto a la fortuna que han amasado, es mejor ni tratarlo, porque esas funciones de “Suplidor” del Estado y con privilegios de compras y pagos rápidos, es incuantificable.
Y digo que esta prole ha salido o se mantiene sumisa, si la comparamos con los vástagos de las famosas camarillas de bocinas, que al contrario de los primeros, estos no les dan ni por la rodilla, en cuanto a perversión y manipulación de sus padres, aunque hacen su mejor esfuerzo para emularlos.
Para mí, lo que hoy padecemos institucionalmente, es como la niñez en el ser humano, que apenas está gateando, porque lo que nos espera no es fácil aun y muchos se nieguen a verlo así.
Y todo esto, fruto de las ambiciones de un hombre rencoroso, obtuso pero, endiabladamente inteligente y perverso. Nunca ha perdonado no ser el elegido en la primera vez que “su” Partido tuvo oportunidad de ir en serio tras el poder, ya que fue y se considera dueño y amo del mismo, cosa esta que ha demostrado a través del tiempo. Aun –supuestamente- fuera del poder, lo manejaba a su antojo, aunque otros consideraban que lo hacían.
Y lo hizo con aquellos a quienes siempre hay que temerles, es decir, esos subalternos que se comportan como si fuesen Samurai, pero, se promueven como tales haciendo mil diabluras a espalda de su amo, olvidando que esa palabra deriva del verbo servir, es decir, que solo han sido, simples instrumentos sin decisión propia, con ínfulas de señores, cuando en realidad no pasan de ser vasallos, y ahora, pretenden continuar con la pantomima de elecciones internas para elegir su presidente, pero ¿Presidente y jefe del partido? ¿Cuándo dejó de serlo? ¡Sí señor!