Las candentes situaciones políticas que se viven tanto en Venezuela como en Cuba representan fuertes dolores de cabeza para la Confederación de Béisbol del Caribe, que preside el dominicano Juan Francisco Puello Herrera.
Los directivos de la Federación Cubana de Béisbol y el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, han enfrentado abiertamente al dominicano por decisiones que ha tomado sobre su participación en la Serie del Caribe.
Los cubanos participaron por última vez en 2019, cuando los Leñadores de las Tunas asitieron a la versión que se celebró en Panamá.
En 2020 no fueron a Puerto Rico y tampoco este año vinieron a la versión que se celebró aquí. Puello Herrera dijo que la salida de Cuba del evento está relacionada con temas políticos, declaración que hizo desatar los demonios entre las autoridades deportiva cubana.
Con Venezuela la situación se podría complicar, debido a que la próxima versión le pertenece, y como siguen viviendo la misma situación política por la que le fue despojada la sede del 2019, es de esperarse que cualquier cosa pueda pasar. Por los laterales se escucha que Colombia estaría interesada en hacer el mismo papel que Panamá, cuando sirvió de comodín.
En días pasados Erick Almonte calentó las expectativas al declarar que los jugadores no quieren ir a Venezuela por la complicada situación política que tiene ese país.
La decisión que pueda tomar Puello Herrera sobre celebrar la próxima Serie del Caribe en Venezuela podría ser apremiante para su permanencia en la Confederación, ya que, según reportes, está interesado en seguir más allá de 2023.