El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, presentó este martes lo que aseguró son pruebas de la operación que el sábado pretendió supuestamente asesinarlo con dos drones.
Maduro, en su primera comparecencia pública tras la explosión de un dron cerca del escenario en el que se encontraba el sábado, dio los nombres de seis personas detenidas, de seis buscadas y acusó a los diputados de oposición Julio Borges y Juan Requesens.
El partido Primero Justicia, al que pertenecen ambos, anunció en Twitter la detención esta misma noche de Requesens, uno de los líderes jóvenes de la oposición.
Borges, que fue presidente de la Asamblea Nacional en 2017 y participó en los últimos diálogos con el gobierno, es uno de los líderes más veteranos de la oposición al chavismo y está actualmente en Bogotá.
«Todas las declaraciones apuntan a Julio Borges, amparado por el gobierno saliente de Colombia», dijo Maduro sobre el expresidente del Parlamento, con mayoría opositora.
En uno de los cuatro videos mostrados por Maduro, Juan Carlos Monasterio, alias Bons, un sargento retirado al que identifica como el jefe operativo, implica a Borges y Requesens como facilitadores de la operación.
El presidente de la plenipotenciaria Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, anunció esta misma noche en Twitter una sesión especial para este miércoles para levantar la inmunidad parlamentaria de los «diputados implicados en el magnicidio».
Maduro volvió a acusar al ya expresidente de Colombia Juan Manuel Santos, que dejó este mismo martes su cargo, de estar detrás del intento de asesinado, pero no presentó ninguna evidencia.
«No tengo duda de que hubo una participación de Juan Manuel Santos», dijo Maduro.
Santos ya negó cualquier implicación.
El presidente Maduro explicó cómo se sorprendió del ruido y del tamaño del dron que poco a poco se acercaba durante su discurso en el desfile militar del aniversario de la Guardia Nacional.
Y afirmó que gracias a los inhibidores de frecuencia, los autores del ataque perdieron el control del artefacto, cargado con explosivos, y lo detonaron.
Un segundo dron también perdió el control y terminó estrellándose en un edificio cercano provocando otra explosión.
«Nos salvó un milagro, volvimos a nacer el 4 de agosto», dijo Maduro. Entre los presentes en el palacio presidencial de Miraflores estaban los siete heridos leves.
El presidente, que avanzó algunos datos de la investigación, señaló que los «terroristas» fueron entrenados en Chinácota, en el norte de Colombia, y que su primera intención era realizar el ataque en el desfile militar el 5 de julio, pero no fue posible porque los drones no llegaron a tiempo.
Maduro pidió colaboración a Colombia y Estados Unidos para detener y extraditar a las seis personas que busca ahora la Justicia y que, según el presidente, está en esos países.
Osman Alexis Delgado Tabosky es el nombre del, según Maduro, financista de la operación, quien está radicado en Miami.
De acuerdo al relato oficial, a los implicados en la operación les ofrecieron US$50 millones.
Venezuela vive una grave crisis económica y un conflicto político que han llevado a la rebelión de efectivos del Ejército y a detenciones y acusaciones de conspiración y traición a la patria.