Washington.-El gobierno de Donald Trump se encontraba ayer ante la perspectiva concreta de una nueva batalla legal por su nuevo decreto anti inmigración, que ya desató la ira del gobierno de Venezuela acusando a Washington de “terrorismo psicológico”.
El domingo, la Casa Blanca sorprendió al divulgar un nuevo decreto de Trump cerrando las puertas del país a ciudadanos de ocho naciones, después de dos tentativas -hasta ahora frustradas- de impedir el ingreso de “terroristas” al país.
En la nueva lista divulgada, la casa Blanca removió a Sudán, que figuraba en los dos decretos anteriores, pero añadió a Corea del Norte y a Venezuela, aunque en el caso del país sudamericano solamente afecta a determinados funcionarios públicos.
De acuerdo con el nuevo decreto, Venezuela “no coopera” con Estados Unidos en la verificación de antecedentes y potencial peligrosidad de sus propios ciudadanos, y por ello una lista de responsables gubernamentales tienen prohibido ingresar a territorio estadounidense.
Venezuela, Corea del Norte y Chad fueron incluidos el domingo en una nueva lista de países con prohibición de viajes a Estados Unidos debido a su poca seguridad o falta de cooperación con Washington, de acuerdo con un decreto firmado por el presidente Donald Trump.
Washington impuso una prohibición total de viajes a los ciudadanos de Corea del Norte y Chad, mientras que las restricciones para Venezuela se limitan a los funcionarios de una larga lista de entidades del gobierno y a sus familiares.
La nueva normativa impone procesos especiales de control para “detectar intentos de ingresar a Estados Unidos por terroristas o otras amenazas a la seguridad pública”.
Promesa de Trump
Desde su investidura, el presidente Donald Trump intenta cumplir su promesa de impedir el ingreso de inmigrantes y refugiados de países donde no existen condiciones de verificar antecedentes, en especial países de mayoría musulmana.