SANTO DOMINGO.-Los vecinos de la empresa recicladora de lubricantes Cerantra tenían nueve años reclamando a su propietario, Patricio Veras, su clausura por temor a que ocurriera una catástrofe como la del pasado lunes, cuando estalló una de sus calderas generando una explosión que cobró la vida de dos personas y dejó cuatro heridos, tres de ellos de gravedad.
Señalaron que cuando la fábrica encendía las calderas el hedor y el humo que desprendía eran insoportables, situación que ha provocado que los vecinos, así como los niños, resulten afectados de salud en diversas ocasiones.
“Nosotros fuimos al Ministerio de Medio Ambiente e hicimos varias reuniones para que cerraran esa empresa, pero no nos hicieron caso”, denunció Liliana Montaño, cuya casa quedó afectada por el fuego.
La fábrica fue instalada hace nueve años en el sector Nuevo Horizonte, en Los Alcarrizos, kilómetro 14 de la autopista Duarte, para reciclar aceite de motor.
Al momento de la explosión, registrada a las 3:00 de la tarde, empleados realizaban mantenimiento a la caldera para ponerla en funcionamiento, ya que tenía un año sin usarse, según Yuberis Rodríguez, quien realiza los trabajos eléctricos a la compañía.
Rodríguez dijo que el dueño de la empresa lo había llamado para que se presentara en la fábrica y chequeara la caldera, ya que cada vez que la encendían se le escuchaba un ruido raro, pero él no pudo ir a revisarla.
Al lugar se presentó una unidad de los Bomberos de Santo Domingo Oeste encabezada por Julio César Sanquintín, quien realiza la inspección como parte de la investigación para de determinar las causas de la explosión.
También acudió una comisión del Ministerio de Trabajo para verificar la higiene y determinar qué provocó la explosión, pero solo se encontraba un seguridad en la empresa, quien le dijo que no está autorizado para dar informaciones de lo sucedido.
Daños colaterales
María Guillén, cuya casa estaba separada de la empresa solo por una pared, la perdió todos sus ajuares. Está ilesa porque no estaba en su hogar al momento de la explosión, según contó a El DÍA.
Otra de las afectadas con el siniestro fue Liliana Montaño, cuya residencia resultó parcialmente dañada y la mayoría de sus enseres destruidos.
A pesar de esto, los propietarios de Cerantra no se han comunicado con ella.
La madre de seis niños explicó que permanece en ese lugar porque hace muchos años que adquirió la vivienda, incluso, antes de intalarse esa empresa en el sector.