SANTO DOMINGO.-Luego que se desplomara la verja contigua a su edificio Omar IV en la calle Juan Tomas Cotes 66 de Arroyo Hondo por las excavaciones al ras hechas para una torre vecina que se levanta, Idalia Hernández Brea denunció que tuvo que abandonar su apartamento que compró con esfuerzo hace 25 años.
“Tomamos la decisión hace tres meses, antes de que ocurra una tragedia, luego del susto que vivimos a las 2:00 a. m. del 3 de agosto con una lluvia persistente que hubo”, reveló.
A partir de ahí, la señora de 73 años dice han vivido momentos de “angustia”; una parte de los condóminos optaron por mudarse y otros permanecen allí por no tener recursos para irse, y siguen atemorizados ante la posibilidad de que ocurra un desastre que cobre vidas o pierdan por completo su propiedad.
Hernández dio la voz de alerta de su situación que piensa llevarla a la justicia, a raíz de la publicación de EL DÍA que se dio cuenta de excavaciones y la seguridad de propiedades privadas.
“Yo compré ese apartamento en 1998. Vivíamos felizmente y el tres de agosto se desplomó la pared colindante con esa excavación.
Mis hijas me dijeron: ‘Mami tú no te puedes quedar aquí, fuimos a Onesvie que hizo un informe en el que dijo que podría ocurrir un deslizamiento de tierra y colapsar el edificio, también en el Ayuntamiento del Distrito hubo una vista pública y los constructores (Pedralbe) no fueron; en la segunda ocasión sí. Fui al Mived y paralizaron la obra y de buenas a primera siguieron”, explicó Hernández.
La señora dijo que llevará el caso hasta las últimas consecuencias porque ellos compraron ese inmueble para pasar una vejez digna, y lo más triste de la situación es que hay familias que no tienen donde irse por lo que piden con urgencia que sea levantado un muro de contención que asegure el edificio de 4 niveles de 12 apartamentos.
Más casos
Otras alertas fueron dadas en la calle Juan Sánchez Ramírez, casi esquina Máximo Gómez y en la Madame Curie, próximo al parque Iberoamericano.
Esas excavaciones, de acuerdo con el geólogo Javier Rodríguez tienen la debilidad de que los primeros cinco metros de terrenos son arcillas y para levantar una edificación grande deben incluir pilotes -columnas y vigas amarradas a las rocas porque la construcción no tendría estabilidad ante un temblor o terremoto.
“El grave problema de ahí es cuando hay muchos socavones, la arcilla se diluye y el agua al romperse alguna tubería busca la zona de más debilidad y tiende a irse por ahí, barre o recoge toda la arcilla y la arrastra hacia el hoyo de manera que las edificaciones contiguas tienen el riesgo de agrietarse y deslizarse”, dijo Rodríguez, que entiende que esos socavones no deben durar más de tres meses y deben ser bien protegidos.
Regulación
— Cumplir
El geólogo Javier Rodríguez entiende debe haber una regulación que se cumpla y por lo menos se realice un estudio geotécnico que incluya al menos un sondeo de hasta 30 metros en todos los ensayos; socavones no deben durar más de tres meses.