Nada más cierta la teoría de que el béisbol es uno o el más impredecible de todos los deportes.
La Serie Mundial entre Astros y Dodgers es la mejor demostración de ello.
Ambos equipos apelaron en el último choque a sus dos estelares, dándose por descontado que el que produjera un par de carreras sería el triunfador, porque dependerían de los dos mejores del momento, por los Dodgers Clayton Kershaw, y por los Astros Dallas Keuchel.
Desde que inició la Serie, todos los vaticinios daban a los Dodgers como ganadores en cinco o un máximo de seis juegos, porque es un equipo que lo tenía todo, una maquinaria casi perfecta.
Sin embargo, la historia es ahora muy diferente, porque aunque la serie se traslada a su casa para los dos últimos encuentros, ha quedado demostrado que sus rivales tampoco son “una pajita de coco”.
Esta Serie, no importa el resultado final, quedará grabada en la mente de todos por las tantas y diversas situaciones que se han dado, que parecen escritas para un argumento de una película de misterio.
En esa historia los latinos, José Altuve,Yuli Gurriel y Carlos Correa han sido protagonistas en todos los triunfos de Houston.