Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Entonces los bendijo Dios, y Dios les dijo: «Sed fecundos y multiplicaos… Génesis 1:27
No es tan difícil identificar a un hombre y a una mujer.
El sexo masculino y femenino es generalmente fácil de distinguir en la naturaleza, por ejemplo el pavo real es muy diferente a su hembra.
Incluso, los seres humanos masculinos y femeninos se pueden distinguir por sus características externas.
Lo masculino es una imagen de Dios única, pues refleja el pensamiento de Dios en el hombre, para que pueda ejecutar la obligaciones que Dios le delegó.
El femenino es la hermosura de Dios para traer el equilibrio perfecto al hombre.
Tanto hombre como mujer es la culminación de Dios para conducirnos a Cristo. Este propósito es que junto refleje la obra de Cristo. La creación del varón y la hembra apunta al matrimonio y el matrimonio apunta a Cristo y la iglesia.
Varón y hembra tienen una misión en la tierra, es que los bendijo Dios, y Dios les dijo: “Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sometedla; y tener dominio sobre los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra”. Génesis 1: 26-28
La creación de Dios del hombre y la mujer nos permite pensar que cuando se rompe este orden establecido por Dios estaremos obrando en una dirección no muy saludable para nuestra existencia.