Peruvian writer and Nobel Prize for Literature 2010 winner Mario Vargas Llosa speaks after receiving the Pedro Henriquez Urena International Prize awarded by the Ministry of Culture during the opening ceremony of the XIX International Book Fair of Santo Domingo in Santo Domingo on September 19, 2016. / AFP / afp / Erika SANTELICES
SANTO DOMINGO. — Al recibir en medio de una polémica el premio de la Feria del Libro de República Dominicana, Mario Vargas Llosa explicó el lunes que sus críticas al proceso de desnacionalización de personas de ascendencia haitiana ordenado por un tribunal dominicano son una manifestación de su amor por este país caribeño.
“Ejercer la crítica no es una manifestación de hostilidad, puede ser también una manifestación de ese amor, de ese sentimiento profundo de solidaridad con un país que uno siente como el suyo”, dijo el laureado escritor peruano al recibir el premio Pedro Henríquez Ureña en el Teatro Nacional de Santo Domingo, frente a las autoridades civiles y culturales del país.
El presidente Danilo Medina no estuvo en la ceremonia porque viajó horas antes a Nueva York para participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
El escritor recordó que, cuando en febrero le informaron que había sido elegido para recibir el premio, “luego de todo lo ocurrido” por sus críticas a las autoridades del país, pensó: “ese jurado se ha vuelto loco”.
Pero más tarde reflexionó que su selección representaba una “magnífica demostración de tolerancia, de espíritu democrático” del gobierno dominicano.
Varga Llosa fue galardonado durante la inauguración de la XIX Feria Internacional del Libro de Santo Domingo por ser “uno de los más grandes representantes de la creación literaria iberoamericana”, detalló Luis Brea, curador del reconocimiento.
“Mi relación con la República Dominicana es una historia de amor, un amor tempestuoso, del Caribe, un amor tropical, un amor del que no está exonerado el trauma o los traumas o las diferencias y desde luego las críticas”, afirmó el escritor.
Mientras el literato recibía el galardón, un grupo de militantes del partido conservador Unión Demócrata Cristiana se manifestaba afuera del teatro en contra de él.
“Es una vergüenza que el gobierno le entregue el premio Pedro Henríquez Ureña”, dijo Luis Acosta Moreta, líder del colectivo. Los manifestantes portaban pancartas en las que se leía “Vargas Llosa: eres un atrevido” y “Fuera Vargas Llosa”.
La elección del Nobel peruano de literatura es “un acto muy injusto contra el país”, había dicho horas antes Pelegrín Castillo, exdiputado y excandidato presidencial por la derechista Fuerza Nacional Progresista.
Castillo y otros dirigentes de su partido y del grupo Polo Soberano entregaron el lunes en la mañana un documento al ministro de Cultura en el que manifestaban su rechazo a la selección de Vargas Llosa.
El escritor peruano “ha dedicado su gran talento, en este caso, a denostar y descalificar a nuestra patria”, insistió Castillo, quien durante las últimas dos décadas ha advertido sobre supuestos planes de potencias internacionales para tratar de unificar a República Dominicana con su vecino Haití.
La elección de Vargas Llosa fue cuestionada incluso por funcionarios del poder ejecutivo desde que se anunció, ya que el escritor había criticado públicamente el proceso que realizaba República Dominicana para anular la nacionalidad a miles de descendientes de inmigrantes haitianos.
Mientras que el vocero del poder ejecutivo Roberto Rodríguez consideró meses atrás que la selección de Vargas Llosa era “una imprudencia política”, el ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, lamentó la decisión al recordar que el escritor hizo “pronunciamientos agresivos y falaces sobre las leyes” locales.
La polémica surgió cuando, a finales de 2013, Vargas Llosa publicó un artículo en el diario español El País en el que criticaba una controvertida sentencia del Tribunal Constitucional dominicano, que ese año ordenó abrir juicios individuales para anular la nacionalidad dominicana a todos los nacidos entre 1929 y 2007 de padres extranjeros que no tuviesen permisos de residencia.
Según organizaciones defensoras de los derechos humanos, la sentencia dejaría apátridas a unos 210.000 descendientes de inmigrantes haitianos.
El Congreso aprobó una ley posterior para restablecer la nacionalidad a los afectados. Dicho proceso aún no concluye.
Además de calificarla como una “aberración jurídica”, Vargas Llosa decía que la sentencia del Tribunal parecía “directamente inspirada en las famosas leyes hitlerianas de los años treinta dictadas por los jueces alemanes nazis para privar de la nacionalidad alemana a los judíos”.
Aquellas críticas desataron la ira de grupos nacionalistas que quemaron en plazas públicas los libros de Vargas Llosa, incluidos ejemplares de “La Fiesta del Chivo”, una novela ambientada en la historia dominicana.
“Abrigo la esperanza de que por encima del disgusto de algunos o de tantos, la expresión de hoy sirva para expresar la admiración que los dominicanos, incluidos los del disgusto, sentimos por su magnífica obra literaria”, dijo el ministro de Cultura, Pedro Vergés, al comenzar la ceremonia de entrega del premio a Vargas Llosa.
Recordó que el premio había generado una especial expectativa y seriedad debido “a una particular manera de enfocar la migración irregular, que ha sido un asunto difícil y doloroso” para República Dominicana.
El funcionario había insistido horas antes que, de forma independiente a sus posturas personales, Vargas Llosa “se merece todos los premios que tengan que ver con la literatura; eso está fuera de discusión”.
El premio fue instituido en 2013 por el Ministerio de Cultura y desde entonces se entrega cada año en la ceremonia inaugural de la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo. En sus versiones anteriores ha reconocido el trabajo de Luis Rafael Sánchez, Eduardo Galeano, Ernesto Cardenal y Beatriz Sarlo.