“A veces un buen escritor no es un buen político”
La sentencia 168/13 del Tribunal Constitucional de la República Dominicana es y seguirá siendo tema de importantes debates y giros situacionales. En este sentido, pudimos ver lo bien que escribe el señor Mario Vargas Llosa en su pasado artículo mundial, dedicado a este tema que llega a insultar al país; si analizamos lo escrito por el escribidor decimos que “escribió bien y pensó mal.”
La señora Juliana Deguis Pierre, contrario a lo que se dice, inició un proceso como cualquier ser humano y se le respetó sus derechos humanos con el solo hecho de participar del sistema judicial dominicano, aunque no tuvo ganancia de causa.
Se le negó la nacionalidad dominicana de acuerdo a las leyes vigentes al momento de su nacimiento, y como la misma ley ordena que se pueda hacer revisión del Registro Civil para arreglar cualquier irregularidad o inobservancia como fue el caso.
El premio Nobel habla de 200 mil presuntos dominicanos, eso son datos oficiosos. Los datos oficiales y científicamente comprobados los emite la Junta Central Electoral que explicó que extranjeros registrados solo hay 53, 847 y que el impacto seria 0.57 porciento, por debajo de cualquier medida en el mundo de los derechos registrales y derechos humanos.
Es decir, sólo 13,672 haitianos están registrados de forma irregular que se les buscará una solución. Pero nosotros, los dominicanos. Uno de los problemas con Haití es en que no hay cultura de registrar a sus nacionales, y según el mismo Secretario General de la OEA en el 2009 lograron registrar 4 millones 200 mil con un país que tenia 10 millones, es decir, más del 60 por ciento de su población sin derecho a nada. Eso es no respetar los Derechos Humanos.
No es una aberración jurídica porque se ampara en la Constitución actual y pasada, en los acuerdos internacionales y respetando los Derechos Humanos, pero no es lo mismo hacer buena literatura de ficción que hacer literatura jurídica y política. A veces un buen escritor no es un buen político.
Si es una Aberración Ideológica asemejar la Sentencia libérrima de un tribunal de un país democrático, con las leyes hitlerianas de los años treinta, eso es un absurdo y un agravio, y como lo hizo Vargas Llosa, hay una mala intención, porque no se puede alegar ignorancia.
Además, las leyes hitlerianas no la dictaban los jueces en ese régimen, las leyes eran parte del programa basado en los principios centrales de la ideología nazi, redactadas por el jurista y político Wilhelm Frick, Ministro de Interior del Reich, siempre con el beneplácito de Adolf Hitler y Julius Streicher como coautor.
Aquí no se persigue a los haitianos por su raza, etnia, cultura o como le quieran llamar, ellos caminan por nuestras calles y trabajan en los semáforos vendiendo artículos varios, fruteros, frio frio, en los Hoteles de este país entre otros y no veo persecución ni maltrato, hasta yo mismo les compro cosas.
Pretender decir que la migración ilegal o irregular de haitianos se debe al requerimiento de la mano de obra de esos desdichados sociales por su situación económica en su país, es aviesa y maquiavélica, la migración haitiana se debe a la no preocupación de sus políticos por ese pueblo, por países desarrollados que le importa poco o nada la suerte haitiana y no permiten el desarrollo de ese país y la no inversión en educación y servicios básicos.
Remito leer un ensayo titulado “Haití a través de su Historia”, realizado por el también universal y magnifico sociólogo, literato, cuentista, historiador, etc., como lo fue nuestro profesor Juan Bosch.
No somos nazis, no somos, parias, ni terroristas, ni traidores, ni nacionalistas, somos un país libre, soberano, que tenemos leyes, que respetamos el derecho del otro cuando terminan los nuestros, que respetamos los Derechos Humanos como ningún otro país y ayudamos a los vecinos como dictan los mandamientos de un pueblo cristiano, aunque no tengamos mucho que dar.
Como concluyó sabiamente nuestro admirado sabio Doctor Rafael Molina Morillo, director de El Día, “En fin, la sentencia 168-13 es el fruto de nuestra soberanía. Se acabó el partido.”
@RamonLoraR