Vanessa Guillen tenía el rango de soldado de primera clase de las fuerzas armadas de EE.UU. en Texas.
Cuando el pasado mes de abril la soldado Vanessa Guillén desapareció sin dejar rastro, la base de Fort Hood era para muchos estadounidenses solo una instalación militar más en Texas.
Sin embargo, el hallazgo del cadáver de Guillén y una posterior investigación han destapado una realidad de abusos físicos y sexuales, asesinatos, suicidios y acoso que llevan años produciéndose en esa base.
Tras la investigación realizada por el Ejército y el Congreso de EE.UU., este martes se hizo público el despido o la suspensión de 14 mandos militares, entre ellos dos generales (Scott Efflandt y Jeffery Broadwater).
En el anuncio de los resultados de la pesquisa, el secretario del Ejército Ryan McCarthy reconoció que el asesinato de Guillén «conmocionó nuestra conciencia y llamó la atención sobre problemas más profundos» en Fort Hood y en las Fuerzas Armadas de EE.UU..
«Nos obligó a dar una mirada crítica a nuestros sistemas, nuestras políticas y a nosotros mismos», dijo a periodistas.
McCarthy indicó que los problemas en Fort Hood estaban «directamente relacionados con fallas de liderazgo» y ordenó una nueva política sobre el tratamiento de los casos de soldados desaparecidos.
¿Qué pasó con Guillén?
La soldado estadounidense Vanessa Guillén, de 20 años y de origen mexicano, desapareció el pasado 22 de abril de la base militar y su paradero fue una interrogante por casi dos meses hasta que encontraron sus restos a fines de junio.
La madre y las hermanas de Guillén señalaron negligencias de las autoridades militares, pues aseguran que no les reportaron la desaparición de inmediato y solo ofrecieron les información cuando se conoció el caso en los medios.
Los investigadores determinaron que Guillén fue asesinada a golpes en Fort Hood.
El sospechoso de su muerte, el especialista Aaron Robinson, se quitó la vida el 1 de julio cuando la policía intentaba detenerlo.
La familia de Guillén alega que Robinson acosó a la joven.
Los investigadores no encontraron evidencia de que Guillén fuera agredida sexualmente, aunque el caso continúa bajo investigación.
¿Qué pasa en Fort Hood?
El asesinato de Guillén y el suicidio de su presunto agresor llevó al Congreso a iniciar una investigación sobre la base.
Según datos suministrados por el Ejército a los congresistas, casi 30 soldados murieron en Fort Hood durante este año como resultado de suicidios, homicidios o accidentes, la mayor cifra en cualquier base de EE.UU.
Mientras, de acuerdo con la misma fuente, unos 129 delitos graves se cometieron allí entre 2014 y 2019.
Desde 2016, más tropas de Fort Hood han muerto en homicidios dentro y fuera de la base que en operaciones de combate. Se registraron un total de 159 fallecimientos, incluidos siete homicidios y 71 suicidios.
«Los números son altos aquí. Es donde hay más casos, la mayoría de casos de agresión sexual, acoso y asesinatos en todo el Ejército en EE.UU.», reconoció McCarthy hace meses.
Poco después de la desaparición de Guillén, en mayo, un soldado fue arrestado y acusado de irrumpir en el apartamento de su exnovio, dispararle y atacarlo con un martillo.
Seis días después, otro soldado fue asesinado a tiros y su auto fue encontrado envuelto en llamas.
En junio, se descubrió en un descampado el cuerpo de un soldado desaparecido desde 2019 y la búsqueda de otro desaparecido terminó ese mismo mes cuando su cuerpo desmembrado fue encontrado cerca de un río.
La base y la ciudad han sido escenario de tres tiroteos masivos: la masacre de 1991 en la cafetería de Luby, en Killeen, y otros dos dentro de la instalación militar: uno en 2009 y otro en 2014.