Los Ángeles.- El mexicano Fernando Valenzuela fue recordado por «tener un corazón de león» a lo largo de su estelar carrera como lanzador con Los Angeles Dodgers durante una misa católica celebrada ayer.
El arzobispo José Gómez roció agua bendita sobre el ataúd de Valenzuela y luego agitó incienso sobre él. Cerca de allí, un retrato de un sonriente Valenzuela descansaba contra el altar.
“Su muerte llegó demasiado pronto”, dijo el reverendo James Anguiano en su sermón. La misa pública en la Catedral de Nuestra Señora de Los Ángeles reunió a fanáticos que vestían la franela número 34 de Valenzuela.