Unos becarios de la Mescyt

Unos 25 estudiantes becados por el Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología para la realización de maestrías en España se encuentran en una situación cercana a la desesperación por el retraso en empezar a enviarles las mesadas comprometidas.

La información, proveniente de uno de los máster, me llega con estas palabras: “De nuestro Máster Cine, TV y Medios Interactivos somos 16, aparte de otros aproximadamente 10 que están en otros máster en la misma Universidad Rey Juan Carlos, ubicada en Fuenlabrada, Madrid, si no pagan pues tendríamos un tremendo lío, porque ya hemos rentado pisos (apartamentos) con contrato firmado a nuestros nombres por el tiempo estipulado del máster”.

Y continúa el remitente de esta queja: “Esas mensualidades se pagan cada mes del 1 al 5 a los propietarios, aparte de los gastos de luz, gas, internet, alimentación y transporte”.

Lo dicho en los tres párrafos anteriores es una parte del grito llegado de España a El escribidor por una de tantas vías disponibles hoy día para la comunicación rápida, casi instantánea, y uno se siente empujado a preguntarse, ¿qué ha impedido a estos estudiantes enviados por el Gobierno a establecerse en el extranjero poner al Ministerio de Educación Superior al corriente de la apretada situación por la que atraviesan?

“Otro agravante”, sigue quien escribe, “es que la mayoría renunció allá a sus puestos de trabajo buscando mejor preparación en tierras extranjeras, para representar nuestro país, lo que indica que en su mayoría lo que cada quien trajo (su liquidación) se ha agotado; ya no contamos con un puesto allá para tirar todo por la borda, y aquí las plazas de trabajo están muy difíciles, muchos españoles están desempleados, por lo que veo difícil que puedan optar por emplear a un extranjero como está la situación; esta última parte te la digo porque nos ha pasado todo por la cabeza, imagínate, debemos de concentrarnos en estudiar para tener buenas calificaciones y esta situación a muchos no nos deja pensar”.

Terminan las citas, y El escribidor se pregunta: ¿qué grave precariedad atraviesa Educación Superior que olvida el compromiso y se hace sorda ante el reclamo?

Talvez mañana me dicen que estoy equivocado, que los dineros están a disposición de los becarios desde el primer mes, pero algún error en las cuentas de aquellos o en la digitación por parte de un funcionario acá ha impedido honrar los compromisos a satisfacción.
¡Ojalá!