Wilfredo Mora
El 19 de septiembre se realizó el Seminario Anual de la Asociación Dominicana de Rectores de Universidades (ADRU) con el título “Innovación y competitividad”, la sede correspondió a la Universidad Central del Este (UCE), en la ciudad de San Pedro de Macorís.
Una delicia de expositora, quien nos deslumbró con la conferencia central internacional “Innovación y competitividad en la sociedad del conocimiento”, en la persona de la doctora Lina María Villa Ochoa, quien es oriunda de Medellín, abogada de marcas litigantes, transferencia de tecnología, toda una experta en desarrollo de proyectos con grupos de investigadores, gestión de portafolios de patente, y activos de propiedad intelectual.
También un panel al que denominaron “Gestión de la innovación herramienta de la competitividad”, para confrontar algunas de las novedades que están sucediendo en las universidades innovadoras.
Es decir, ¿cómo se puede desde las universidades innovar?, ¿cuál sería el modelo a implementar?, y ¿cuáles serían las barreras que actualmente impiden que no se pueda dar el salto cualitativo de la innovación?
Las universidades investigadoras responden al esquema de docencia con investigación hacia la innovación. Paulatinamente van creando un ecosistema de innovación, que es la asociación de organizaciones que forman redes de relación acreditadas.
Tal como lo contó la conferencista, que expuso la experiencia desde la Universidad de Medellín, que ha hecho posible una institucionalidad alrededor de la innovación, transformando en lo urbano y en lo social a la ciudad antioqueña, convirtiéndola en un distrito de innovación.
Con la creación del Comité Universidad-Empresa-Estado (2013), se pudieron planear acciones para mejorar la productividad y competitividad en los sectores productivos estratégicos de la ciudad. He aquí el universo de organizaciones que formaron, pues, este ecosistema de innovación en Medellín, desde 2007.
Tecnova (2007), un centro regional para comercializar la tecnología producida; RutaNN (2009), la agencia pública de innovación en la ciudad. Recibe los recursos del Estado e incrementa la competitividad, propicia nuevos negocios; el EPM (2011), comprende el plan estratégico de ciencia, tecnología e innovación. Son las empresas que representan a las universidades y al Estado en investigación tecnológica. Estos empresarios pactaron en favor de la innovación desde las universidades (2014).
Pero también, hubo otras instituciones que sirvieron de articuladores y que fueron promovidas desde las impresas. Ellas son: CreaMe, Cta, InnRuta, Observatorio CT+I, Secopind, ente otras. Es así como Medellín se convirtió en una sociedad innovadora.
Ya en nuestro contexto, a través de los datos que expuso la representante del Consejo Nacional de Competitividad, no luce muy definido cuál es la agenda de innovación que puede fortalecer la transferencia de tecnología desde las universidades.
Para que todo esto pueda lograrse será necesario emular a los antioqueños con respecto a la formulación de una Política de innovación (cultura de investigación), Dirección estratégica (sistema nacional de ciencia y tecnología, o Colciencias; nosotros tenemos el Mescyt), Líneas de tiempo, que implica el fortalecimiento de las direcciones, facultades, centros, patentes y divulgación de la investigación.
Un final muy emotivo del evento fueron las alentadoras palabras del académico Víctor Gómez Valenzuela, quien se refirió a la naturaleza de los retos de las universidades innovadoras.
