Universidad y educación ciudadana

Universidad y educación ciudadana

Universidad y educación ciudadana

José Armando Tavarez

Las universidades tienen una gran responsabilidad en la construcción de una sociedad más justa y desarrollada. La principal demanda que la sociedad realiza a sus universidades es que se constituyan en proveedoras de buenos profesionales.

Es decir, que aporten al país personas capacitadas que a su vez cumplan con las habilidades requeridas en las instituciones o espacios productivos donde desempeñarán sus funciones. Sin embargo, esta no es la única función de la universidad.

Si revisamos los planes de estudio de la mayoría de las academias dominicanas nos podemos dar cuenta que hay un mínimo de dos asignaturas dedicadas a la formación humana de sus estudiantes. Dichos cursos reciben el nombre de éticas profesionales.

Dentro de estas materias, los profesores intentan moldear las conciencias de los jóvenes que participan en el proceso formativo. Además de estos espacios, las universidades tienen programas cocurriculares y extracurriculares donde inculcan el desarrollo de otros valores éticos y morales.

Es cierto que entre las funciones de los institutos de educación superior está la investigación, el desarrollo y la docencia pero hoy más que nunca necesitamos que la universidad haga un extraordinario aporte, despertando la conciencia cívica y social de nuestros jóvenes.

Los grandes líderes de la humanidad surgieron en las aulas universitarias. Fue en dichas casas de altos estudios donde se desarrollaron sus mentes y corazones.

Esto les permitió decidirse por la acción social y la consagración a las causas más nobles y justas en favor de la patria tan amada. Si queremos combatir la delincuencia, corrupción, violencia de género y otros males; debemos fortalecer la academia y hacer que ella cumpla su papel de formación de los líderes transformadores que requiere nuestra sociedad.



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