Nueva York.- El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) exigió hoy protección para los que se dedican a la asistencia humanitaria, “una hazaña heroica”, muchos de los cuales han muerto en esa tarea, y para las niñas y niños del mundo.
Al conmemorarse hoy el Día Internacional de la Asistencia Humanitaria, la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, rindió tributo a quienes han perdido la vida en ese trabajo y reafirmó el compromiso de la organización con los millones de niños y jóvenes que necesitan de ese apoyo y protección.
Recordó que han transcurrido quince años desde el bombardeo del Hotel Canal en Bagdad, en Irak, en el que 22 personas murieron, incluidos Chris Klein-Beekman, coordinador de Unicef, y el enviado de las Naciones Unidas Sergio Vieira de Mello.
“El ataque conmocionó al mundo, pero a medida que las crisis humanitarias han aumentado, tanto en frecuencia como en complejidad, así también el riesgo para los trabajadores humanitarios, y el número de muertos entre ellos está aumentando en consecuencia”, advirtió Fore en un comunicado.
“El trabajo de nuestros compañeros humanitarios, brindando ayuda y esperanza a millones de afectados por conflictos y desastres en todo el mundo, es una hazaña heroica.
Con demasiada frecuencia este trabajo se da por descontado”, argumentó. Recordó la “valentía, dedicación y sacrificio” de estas personas, de lo que dijo haber sido testigo cuando visitó Yemen y Sudán del Sur, “uno de los países más peligrosos para los trabajadores humanitarios” y donde el mes pasado un convoy humanitario de Unicef fue atacado.
El ataque al convoy, identificado con las siglas de Unicef y que llevaba suministros educativos, causó la muerte de un trabajador. Su muerte elevó a 107 los trabajadores humanitarios asesinados desde que comenzó el conflicto en Sudán del Sur en 2013, según la organización.
“Hoy, lloramos sus muertes y celebramos su dedicación”, señaló Fore, para agregar que “debemos hacer más que rendir homenaje a nuestros colegas y amigos. Debemos exigir protección siempre que sea posible para aquellos que se dedican a proteger las vidas de otros y para los niños y niñas del mundo».
Fore dijo que hay que recordar la razón por la cual, como individuos y como organización, realizan este trabajo, reconocer y reflexionar sobre el sufrimiento de millones de personas, de niños, afectados por conflictos, desastres y pobreza en todo el mundo.
Destacó que, pese a los peligros a que se enfrentan estos trabajadores, les une la causa de salvar la vida de los niños, sus derechos “para darles una infancia en la que estén protegidos, sanos y educados, una oportunidad de desarrollar su potencial para que algún día puedan ayudar a construir un mundo mejor».