Ginebra.- El Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (Unicef) denunció hoy la muerte de unos 190 niños en la ruta del Mediterráneo central en los últimos tres meses, en medio de una “cifra récord” de decesos de refugiados e inmigrantes indocumentados entre noviembre de 2016 y enero de 2017.
Unicef quiso aprovechar el Consejo informal de los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE), que se celebra hoy en Malta con el fin de frenar la inmigración en la ruta del Mediterráneo central, para hacer un “llamamiento urgente” a los líderes comunitarios con el fin de que “tomen medidas urgentes para mantener a salvo a los niños” que cruzan desde Libia a Italia.
No es posible conocer el número real de niños fallecidos en el mar, porque muchos de los que intentaron en 2016 llegar a Europa eran menores no acompañados, por lo que sus muertes no quedaban registradas ni nadie las comunicó, recuerda Unicef.
“El creciente número de niños que pierden su vida en el mar subraya el grave peligro que supone el viaje desde el norte de África a Italia y la urgente necesidad de que los gobiernos a ambos lados del Mediterráneo hagan más para mantenerlos a salvo”, indicó el director ejecutivo adjunto de Unicef, Justin Forsyth.
Advirtió a los líderes comunitarios de que las medidas que tomen hoy en La Valeta puede “literalmente decidir sobre la vida o la muerte de miles de niños que transitan o están atrapados en Libia».
Al menos 1.354 inmigrantes indocumentados y refugiados fallecieron entre noviembre pasado y enero de este año, de los que la mayoría, un total de 1.191, murió en la ruta del Mediterráneo central, según datos de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional de Migraciones (OIM).
Esta cifra es 13 veces mayor que el número de fallecimientos registrados en esta ruta durante el mismo periodo un año antes.
“En medio de un duro invierno en Europa, esta ruta y otras, incluida la abierta desde Egipto y otros lugares, podría convertirse en aún más traidora en las próximas semanas”, recalcó Unicef.
El miércoles por la noche, Unicef y con la colaboración de la asociación Intersos asistieron en el rescate de 754 personas en las aguas de la ruta del Mediterráneo central, de las que 148 eran menores no acompañados.
En los últimos días, la guardia costera de Italia ha salvado además la vida de 285 niños con la ayuda de Unicef e Intersos.
El Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas pidió a la UE que se comprometa con la prevención de la explotación y el tráfico de niños y se adhiera al principio de la no devolución a territorios donde su vida o libertad podría correr peligro.
“Enviarles de vuelta o devolver barcos a Libia sin un plan adecuado para protegerles solo agravaría su sufrimiento”, recalca Unicef, que también quiere que la UE destine recursos a reforzar los programas de protección de niños en Libia e invierta en los centros de recepción y de atención a los refugiados” en ese país.
“Esos centros deberían proporcionar educación y servicios de salud y jamás ser utilizados para detener a niños en base a su estatus migratorio”, indica la organización de la ONU.
Asimismo, urge a la Unión a invertir en programas de reasentamiento y de reunificación familiar creíbles, de manera que refugiados e inmigrantes indocumentados no tengan que recurrir en su desesperación a traficantes y arriesgar sus vidas.