La Norma Internacional de Información Financiera, mejor conocida como NIIF, establece en líneas generales el método de valoración para los instrumentos financieros, que incluyen los de renta variable y de deuda.
Al ser obligaciones de terceros o emisión de títulos, deben registrarse a su costo razonable.
Aunque esta síntesis no es compleja, las entidades financieras tienen la obligación de mantener en sus registros contables dichos instrumentos a su valor real, el cual no necesariamente tiene que coincidir con su valor de adquisición.
ad supervisora de las actuaciones de bancos, aseguradoras, mercado de valores y de pensiones cumple con dicho mandato y obligan a esas instituciones a reflejar el valor real de sus carteras.
Dicho valor puede ser afectado por un deterioro de las probabilidades de recuperación, movimientos en las tasas de interés sobre instrumentos de renta fija o de la tasa de cambio de la moneda en que están expresados.
Todo esto se hace necesario para poder comprender sucesos recientes en la valoración de las carteras de los inversionistas en diferentes entidades, así como de las propias inversiones realizadas por las mismas entidades con sus recursos propios.
El ejemplo más palpable lo tenemos en las pérdidas momentáneas acontecidas en los fondos de inversión, así como los fondos de pensiones, este último exacerbado por sus detractores aprovechando el desconocimiento del ahorrante de los principios antes expuestos.
Para solo dar un ejemplo, en lo que va de año el peso dominicano se ha apreciado un 4.84 % con respecto al dólar norteamericano; en los últimos 5 años su depreciación ha sido de un 18.92 %.
Más aún, si tomamos el horizonte de largo plazo, en los últimos 20 años hemos registrado una devaluación del 211.39 %.
La densidad de esta explicación se debe a la propia complejidad de las normas, regulación y leyes que amparan los instrumentos financieros de nuestro mercado. No dejemos que el desconocimiento de temas tan especializados sea utilizado por populistas políticos para ganancia propia a costilla de situaciones momentáneas.