He escuchado en muchas ocasiones como muchos se cuestionan por qué cuando los dominicanos viven en otros países, como Estados Unidos, respetan las leyes y se comportan con educación y disciplina.
En verdad que nunca he entendido porqué muchos se hacen esta pregunta si conocemos, por lo menos por sentido común, las respuesta a esta interrogante. Simple y llanamente porque somos una sociedad con leyes que ni sus gobernantes respetan… porque somos una sociedad sin castigo a los verdaderos delincuentes, esos que se hacen llamar “de cuello blanco” que, a pesar del circo mediático que los saca al ruedo público, son absueltos por una débil estructura judicial…
Porque no se invierte en educación ni se alimenta con valores el corazón y mente de nuestros ciudadanos… Porque desde tiempos inmemoriales a nuestras autoridades no les interesa que sus ciudadanos, desde que están en las escuelas, se formen con valores ni respeto, pues se han esforzado con todas sus energías a luchar por el bien individual, en lugar del común…
Porque cuando el dominicano se encuentra en otras tierras aprende a respetar lo que en su patria no le enseñaron o recibirá un castigo claro sin mediación de padrinos ni influencias políticas…
Porque los dominicanos en el extranjero ven, sienten y forman parte de un sistema que les devuelve en beneficio lo que pagan en impuestos y obediencia.
Los sistemas han sido creados para producir cierta adherencia, pero la misma se logra cuando la institucionalidad funciona.