A nivel de comunicación la sociedad dominicana anda mal, muy mal, porque cómo es posible que biólogos y comunicadores de radio, sin ninguna formación académica en geología, ni en minería, ni en aguas subterráneas, quieran asumir un papel protagónico en medio de un debate de un tema puramente científico y técnico sobre la posible explotación minera subterránea en San Juan de la Maguana, y que lo hagan sin tener a mano resultados de estudios particulares que avalen y sustenten lo que ellos están afirmando. Es como ir a la consulta médica y encontrarnos que el médico, sin hacernos ningún tipo de examen corporal, sin ningún tipo de análisis clínico de laboratorio, y sin ninguna imagen del interior de nuestro cuerpo, se tome la libertad de darnos un diagnóstico catastrófico, y además tenga la osadía de decirnos que nuestra enfermedad no tiene cura alguna. Y eso sencillamente se llama tremendismo.
Cómo es posible que un profesional forestal que llevó la voz cantante en defensa de la instalación de una cementera en el área de amortiguamiento del parque nacional de los Haitises, lugar que concentra la mayor reserva de agua subterránea no contaminada de la región del Caribe, y que se atrevió a decir frente a la comisión de medio ambiente de la Cámara de Diputados que en los Haitises no había aguas subterráneas, sea la misma persona que posteriormente pidiera que la loma de Miranda fuese declarada parque nacional porque, según él, allí hay un mar de agua subterránea dulce, cuando los mapas hidrogeológicos del INDRI dicen que allí no hay aguas subterráneas porque la roca es ígnea y no tiene porosidad, y que ahora esa misma persona también diga que en la zona del El Romero no se puede explotar una mina subterránea porque contaminaría las aguas subterráneas, cuando en El Romero sólo hay rocas volcánicas impermeables que no forman acuíferos, lo que indica que en las tres veces que ha opinado sobre minería y aguas subterráneas este señor ha demostrado no tener idea de dónde hay aguas subterráneas, y dónde no hay, porque en las tres veces se ha equivocado, y por mucho.
Cuando escuchamos a biólogos que pertenecen a la Academia de Ciencias y a la UASD hablar de aguas subterráneas en la loma de Miranda y en El Romero, y su posible contaminación por operaciones mineras, no sabemos si se trata de un caso de desconocimiento, o si se trata de mala fe, porque quién ha dicho que en la cordillera Central hay piedra caliza coralina porosa como la que hay en la ciudad de Santo Domingo o en los Haitises, porque según estudios publicados por el Geólogo Osiris de León y por el profesor Eugenio de Jesús Marcano, en Los Haitises hay piedras calizas porosas permeables y en las cordillera Central hay rocas volcánicas impermeables, y no sabíamos que los biólogos ahora son expertos en geología. Con razón siempre se equivocan al hablar en público sobre rocas y aguas subterráneas.
En cuanto a las personas de San Juan de la Maguana queremos decirles que es válida su preocupación por el medio ambiente con relación a la explotación minera, sin embargo, sería muy inteligente de parte de los munícipes de las cercanías de El Romero buscar información de expertos que dominen el tema a profundidad, y esperar los informes técnicos para saber si la explotación minera es factible o no es factible, excepto que sea como se dice en tertulias políticas sabatinas, que la gente que estuvo en la marcha en contra de la explotación minera de El Romero no es gente preocupada por el medio ambiente, sino gente llevada allí por un legislador que pertenece a una corriente política que actualmente adversa al presidente Medina, y que lo que se busca con esta oposición no es proteger al medio ambiente sino hacerle oposición política interna al presidente de la República, y que el legislador que organizó la protesta contó con la anuencia y el apoyo de un ex presidente de la República que aspira a volver a gobernar el país. Ojalá no sea cierto.
En un artículo publicado recientemente por nosotros hemos dicho que:“El cuidado del Medio Ambiente es responsabilidad del Estado y de cada ciudadano, no obstante, el gobierno está en el deber de hacer cumplir la ley de Medio Ambiente 64-00, y debe mantener la vigilancia a todos los sectores productivos por igual, sin importar si es el sector industrial, el sector agrícola, el sector turístico o el sector minero, pues, cada uno produce bienes o servicios y cada produce riquezas económicas para el bienestar social, pero también producen impactos ambientales negativos que deben ser evitados, compensados o corregidos” ya que según nuestros conocimientos de comunicación entendemos que no es apropiado oponerse a todo lo que haga un sector productivo sin tener los estudios técnicos, porque compete al Ministerio de Medio Ambiente tomar la decisión de si autoriza o no autoriza la explotación minera en El Romero, al margen de una campaña mediática muy mal llevada en la radio y en la comunidad por gente que debe revisar sus estrategias de comunicación para no mezclar la política partidista con los temas del medio ambiente.
