Teníamos tiempo que no vivíamos una Semana Santa como la del 2020. En esta oportunidad la gente no tuvo accidentes automovilísticos, ni de bebidas alcohólicas (bueno, ocurrieron 24 por clerén-tapa floja), ni de jóvenes muertos por imprudencia en la conducción de motocicletas. Por décadas, esta vez solo se escuchó música sacra, con excepciones.
Este lunes 13 abril, los medios de comunicación no ofrecieron estadísticas del Coe, en donde cada año, indican la muerte de 30 a 40 personas por bebidas alcohólicas, accidentes de tránsito, violencia y cientos intoxicados (menores de edad).
Esta vez, están los boletines del Ministerio de Salud Pública, que en el 25, indico con las siguientes palabras claves, desde el pasado domingo 12 de abril hasta las 6 de la tarde: infectados 3,167; 200 nuevos casos positivos; muertos o fallecidos 177; recuperados 152; en cuidados intensivos 155; entre 14 horas de cada informe. 10,075 pruebas realizadas en los laboratorios. Total de muertos en semana santa, aproximadamente, 91 personas por el coronavirus. Cifras muy por encima a las acostumbradas por el Coe. Según mis cálculos del lunes 6 al domingo 12.
Si sumamos los 91 de coronavirus y los 24 de clerén, tenemos un total de 115 muertos en la semana mayor.
El covid-19 permitió que la gente estuviera en casa. Evito la muerte de personas. Las iglesias realizaron vía los medios de comunicación digital sus sermones, oraciones y peticiones de paz, armonía y convivencia.
Además, algunos curas exhortaron a gobierno a prestar mayor atención al sector salud, ya que la pandemia del coronavirus, destapo la caja de pandora de pobreza en medicinas, instalaciones, material gastables de los hospitales en todas las provincias del país.
En esta semana santa 2020, hicieron faltas las palabras de los sacerdotes Juan Linares, Luis Rosario Peña, Jorge Cela, Juan José Gregorio, Franklin Pimentel, Mario Serrano, Luis Oraá, Mamerto Rivas y porque no, las de Rogelio Cruz; otros, en donde sus reflexiones en tiempo de pandemia son requeridas.
El vicario de la arquidiócesis y ex párroco de la parroquia Santa Cura de Ars, pronuncio una de las 7 palabras, Abraham Apolinario a favor de los más necesitados, los pobres. Las comunidades Eclesiales de Base (Cebs están regocijadas en esas palabras de representación de los vulnerables.
Falto la voz del Cardenal. Nidícolas de Jesús Cardenal López Rodríguez con más de 50 años como obispo, externaba sus opiniones estuviera usted o no de acuerdo, sobre acontecimientos económicos, sociales, políticos; en donde sus reflexiones eran referencias para la opinión pública y la iglesia. Hace falta un hombre de iglesia con su discurso. Salud eminencia.
La semana santa 2020 es como la recordé en los años de niñez, es decir, a finales de la década de los 60; luego la de niñez en los 70 y adolescencia en los 80. Cuando, la semana santa era un tiempo de recogimiento, de mudez y oración.
Los cristianos oraron en sus casas sin escuchar al vecino con su música alta. Además, no existió una piscina en la calle, en donde personas adultas y menores compartían romo, cerveza y baile deshonroso a Jesús Nazareno.
El Coe tampoco informo, las cifras de personas menores de edad, intoxicadas por alcohol. Dios, hizo acto de presencia en la semana santa 2020. Vino a recordar a la gente, que él es el Rey de Reyes y Señor de los señores.
La semana santa 2020 nos encontró en casa. Todos, esta vez, artistas, políticos, religiosos, médicos, enfermeras, empresarios, líderes de la sociedad civil, dirigentes sindicales, académicos y hasta embajadores nos exhortaron a quedarnos en casa.
Por Dios, todos los sectores naciones e internacionales te escucharon. Dejaron todo para pensar en ti. Hoy todos pronunciaron tu nombre, oraciones, plegarias y peticiones para que protegiera a tu pueblo. Un pueblo compuesto por líderes políticos corruptos y con algunas excepciones, honestos.
Las 7 palabras de la santa biblia fueron expuestas vía la internet. Tecnología hoy reconocida por único medio para acercarse a Cristo. Las redes sociales permitieron que Jesús comunicara el evangelio sin importar la condición social de la persona.
Hoy en abril 2020, las personas somos iguales. Hay que reconocer que ya no solo en las votaciones se nos cuenta igual que a los ricos. Entendimos que también en tiempo de pandemias, todas las personas somos iguales ante Dios y las personas del área de salud.
La semana santa 2020 puso mucha gente en su lugar. Todos en su casa. Escasos fueron a sus villas. En la que solo unos pocos tienen la oportunidad de disfrutar la naturaleza. Como si la naturaleza fuera solo exclusiva para unos pocos.
La semana santa 2020, provoco en las personas momentos de tensiones, de angustias, desesperación, desanimo, impulsos de arrojar la toalla en su hogar. Pero, Jesús ilumino su mundo, le hizo saber que siendo humilde y solidario, las personas recuperan la confianza en sí mismas y en los demás.
Por esta semana santa 2020, la gente postergo conflictos y se solidarizó con otros y otras, acción que ayudo a todos a ser mejores personas.