Santo Domingo. – En República Dominicana, operar en una ruta de motoconcho puede representar una inversión considerable, alcanzando costos de hasta RD$120,000 o más. Este servicio se caracteriza por su rapidez y accesibilidad, permitiendo a los conductores generar ingresos superiores al costo de la ruta.
Sin embargo, trabajar en rutas establecidas conlleva gastos variables según la ubicación y la demanda del servicio, en la estación del Metro Mamá Tingó, los motoconchistas deben pagar entre RD$125,000 y RD$140,000 para obtener el derecho a operar.
Como alternativa, pueden alquilar un espacio por RD$500 diarios o RD$1,000 semanales. Además, muchos deben abonar una cuota semanal de RD$1,300 a los dueños de las rutas establecidas.
Los ingresos diarios de los motoconchistas pueden oscilar entre RD$1,500 y RD$3,000, lo que equivale a un ingreso mensual aproximado de RD$33,000 a RD$35,000. En días de mayor actividad, algunos conductores pueden ganar hasta RD$1,800 diarios, acumulando más de RD$46,000 al mes.
Además en los días de menor movimiento, los ingresos pueden rondar los RD$800 diarios, sumando aproximadamente RD$21,000 mensuales.
No obstante, estos ingresos se ven reducidos por gastos operativos como combustible, que oscila entre RD$200 y RD$400 diarios, y pagos de derechos de ruta o alquileres.
A pesar de la flexibilidad y los pagos inmediatos que ofrece el motoconcho, los trabajadores del sector carecen de beneficios laborales formales, como seguro de salud y pensión. Esto ha llevado a la implementación de medidas municipales para regular la actividad y brindar cierta protección a los conductores.
República Dominicana cuenta con más de 3.5 millones de motocicletas, lo que representa el 57% del parque vehicular del país. Según la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), en 2024 el número de motocicletas registradas alcanzó 3,531,967 unidades, reflejando un crecimiento del 7.7% respecto a 2023.
El motoconcho sigue evolucionando con la llegada de plataformas digitales como Uber Moto, DiDi Motor e inDriver, que han modernizado el servicio y ampliado las oportunidades de ingresos para los conductores. Sin embargo, la competencia con estas aplicaciones ha generado desafíos para los motoconchistas tradicionales, quienes deben adaptarse a un mercado en constante transformación.
Los motoconchistas también enfrentan retos adicionales, como los operativos de las autoridades debido a la utilización de motocicletas en algunos delitos, así como la delincuencia, ya que muchos conductores son víctimas de robos y asaltos mientras trabajan.
A pesar de estos desafíos, el motoconcho sigue siendo una fuente de ingresos vital para muchos dominicanos, especialmente en áreas urbanas con alto tráfico, donde la demanda de transporte rápido y accesible sigue en aumento.
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