“Sólo los actos pueden crear en nosotros el ser que uno pretende. Un ser no pertenece al dominio del lenguaje, sino al de los actos”, dijo el escritor francés Antoine De Saint-Exupéry.
A través de los actos correctos es que podemos inspirar respeto en los demás y en nosotros mismos.
Quien no cuenta con autoridad moral para hacerse respetar, no es respetado, y mal puede proteger a los otros quien necesita invocar la protección ajena.