El político alemán Joseph Goebbels, quien se convirtió en el responsable de la propaganda nazi, afirmó que “si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.
La mentira termina revirtiéndose contra quien recurre a ella, porque el castigo del mentiroso radica en que, hasta en las ocasiones en que dice la verdad, corre el riesgo de no ser creído. No vale, entonces, la propaganda de que “miente, que algo queda”.