El político y orador norteamericano Robert Green afirmó que “en la vida no hay premios ni castigos, sino consecuencias”.
Las consecuencias, indudablemente, van a originarse a partir de lo que hacemos, por lo que si no queremos cosechar consecuencias negativas en el futuro, debemos preocuparnos por hacer las cosas bien en el presente.
Asumamos que los mejores premios que podemos obtener deben ser los de consecuencias positivas.