El filósofo y crítico español Benito Jerónimo Feijoo afirmó que “para quien ama la lisonja es enemigo quien no es adulador”.
Extraordinario consejo en la dirección de construir una sociedad en la que prime la ergología, es decir, la disciplina vinculada a la labor productiva, debido a que quienes prefieren que se les adule son aquellos que quieren esconderse bajo el manto de la holgazanería y la falta de cumplimiento en sus responsabilidades cotidianas.