“Hay dos maneras de vivir su vida: una como si nada es un milagro, la otra es como si todo es un milagro”, planteó el filósofo alemán Friedrich Nietzsche.
Se trata de una observación a aquellos que viven permanentemente de rodillas frente al muro de las lamentaciones del Templo de Jerusalén y no entienden que debajo del cielo hay tiempo para todo, en especial para alcanzar la felicidad.