“El odio es mil veces más terrible que el hambre porque es hambre espiritual”, afirmó Miguel de Unamuno, escritor y filósofo español.
Ante los que odian y son calumniadores hay dos potentes armas: el olvido y la verdad, en recordación de la célebre frase de El Quijote: «¡Nos ladran Sancho!, señal de que avanzamos».