“Por qué cerramos los ojos cuando vamos a rezar, besar, llorar o soñar? Porque las cosas más bellas de la vida no son vistas, sino sentidas con el corazón”, proclamó el actor estadounidense Denzel Washington.
No hay nada imposible, porque los sueños de ayer se constituyen en las esperanzas de la actualidad, y crean la base para convertirse en las futuras realidades.