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El filósofo existencialista francés Jean Paul Sartre llamó la atención acerca de la tendencia de que “no juzgamos a las personas que amamos”.
Aunque termina siendo un error, cuando estamos enamorados no vemos defectos de la persona que amamos; el amor ciega y nos hace débiles y vulnerables.
Afortunadamente, con el tiempo, podemos aprender la lección de la equivocación, pero, en ocasiones, ya resulta demasiado tarde.
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