“Cambiar el mundo, amigo Sancho, no es locura ni utopía, sino Justicia”, dijo el escritor español Miguel de Cervantes.
Hacer justicia es bueno porque representa aquel principio moral que inclina a obrar y juzgar respetando la verdad y dando a cada uno lo que le corresponde. Constituye algo ineludible que debería regir nuestras sociedades.
Sin embargo, la vida en ocasiones dista mucho de ser justa y se convierte en una auténtica injusticia.