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“La única diferencia que hay entre los hombres y las bestias es la escuela. El maestro da al niño todo aquello que cree, sabe y espera. Cuando crece, el niño añade algo más y así la humanidad avanza”, afirmó el escritor y pedagogo italiano Lorenzo Milani.
La influencia del hogar y de la familia se prolonga en la experiencia de la escuela.
En ella, los educandos descubren temprano que, como en el hogar, para conquistar ciertas satisfacciones, deben adaptarse a los preceptos que se establecen en forma vertical. Y uno de estos preceptos es la disciplina.