El político y militar romano Julio César proclamó: “Llegué, vi y vencí”. Siempre es dulce el sabor de la victoria.
Pero cuando la consigues después de varias derrotas consecutivas, la satisfacción es mucho mayor.
Prudencia, paciencia y persistencia son claves importantes para alcanzar determinadas victorias, las cuales siempre alegran el alma humana.