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“Para ser exitoso no tienes que hacer cosas extraordinarias. Haz cosas ordinarias, extraordinariamente bien”, dijo Jim Rohn, emprendedor y escritor motivacional estadounidense.
La cuestión se resume en actuar con inteligencia y tacto, mirando a futuro, para que las cosas salgan bien.
En otras palabras, el siguiente ejemplo resultaría válido: “Si alguien va cuesta abajo, no necesita motivación para ir más rápido. Lo que necesita es educación para cambiar su destino".