Steve Jobs, genio y empresario estadounidense del mundo informático, afirmó que “la innovación es lo que distingue a un líder de un seguidor”.
Un innovador debe caracterizarse no solo por sus aportes, ayudando a los demás, sino teniendo gran capacidad para escuchar y dejarse orientar porque, como humano, no se basta a sí mismo.
Resulta que son muchas las manos y los corazones que contribuyen al éxito de una persona, incluyendo a los genios.