“Estableced el orden: el hábito se encargará de mantenerlo”, dijo el filósofo francés Duque de Levis.
Nada funciona adecuadamente en el desorden, por lo tanto, en toda circunstancia, se debe apostar a la organización de las cosas para dar paso al hábito; entendido como todo comportamiento repetido regularmente que requiere de un pequeño o ningún raciocinio.
Tal y como sucede con la disciplina y el orden, para que un hábito se forme en una persona, ésta debe practicarlo.