“Como todo el mundo, solo tengo a mi servicio tres medios para evaluar la existencia humana: el estudio de mí mismo, que es el más difícil y peligroso, pero también el más facundo de los métodos; la observación de los hombres, que casi siempre logran ocultarnos sus secretos o hacernos creer que los tienen; y los libros, con los errores de perspectiva que nacen entre sus líneas”, dijo Marguerite Yourcenar, dramaturga, novelista y poetisa francesa.
Estas palabras que pone en boca del emperador Adriano en su obra “Memorias de Adriano”, no dejan dudas sobre la grandeza del libro.