Moshé Dayan, político y militar israelí, afirmó que “la liberad es el oxígeno del alma”. Nada resulta de mayor trascendencia en la vida que la libertad de obrar, cuidando que las actuaciones se enmarquen en el cumplimiento de los principios morales.
Hasta aquellas personas que se consideran genios, solo puede respirar con claridad en una atmósfera de libertad.