“Cuando muera, lleven mi cadáver a la cima donde se talla el dosel del viento, y desde allí, empújenlo con fuerza para que ruede nuevamente hacia la vida”, recitó el poeta y cuentista dominicano Pedro Peix.
La muerte ha sido un tema de misterio, preocupación y reflexión de los seres humanos; pero el único antídoto para olvidar esa cuestión existencial está en vivir correctamente ante que se detenga nuestro cronómetro terrenal.