El periodista y escritor mexicano Carlos Fuentes afirmó que “la belleza sólo le pertenece al que la entiende, no al que la tiene”. Justamente, hay que entender que lo bello es superior a lo sublime, porque permanece, colocándose por encima de lo relativo y pasajero.
Vista en el ámbito de la compresión anterior, la belleza se constituye en un faro que ilumina las almas más puras de la tierra.